El CEIP Tomás Iglesias lleva abierto más de 10 años, y a día de hoy el muro exterior que lo rodea, continúa con un aspecto inacabado que da la sensación de ser una cárcel. El muro no ha sido pintado jamás, llevando un aspecto gris y lleno de pintadas desde el día en que lo construyeron. Mi propuesta es pintar ese muro de color blanco, acorde a la línea del resto del pueblo. No sólo es deprimente para las personas que viven en el barrio sino para los niños y niñas que acuden diariamente al centro.